:: Por petición de mi Fred, voy hacer la lista de propósitos para 2013:
1. Terminar el Grado: Me queda una horrible asignatura y el Trabajo Fin de Grado, así que me tendré que poner a ello con todas mis fuerzas. Estoy cansada de estudiar: nunca me he tomado un descanso y tengo las meninges reblandecidas, como acelgas cocidas. No lo doy hecho, en serio.
2. Sacar el carnet de conducir: Me matriculé hace menos de un mes y quiero darme cañita a ver si consigo examinarme antes del día 21, fecha en la que entra en vigor la nueva prueba teórica. Voy contrarreloj, no se yo si me dará tiempo… Os mantendré informados.
3. Aprender a tejer: Fred me está ayudando para que consiga este objetivo, ya que uno de sus regalos de Reyes (¡Sí! Soy VIP y sus Majestades visitan mi casa con días de antelación, porque yo lo valgo) trata sobre una variante de este tema, ya os lo enseñaré en la próxima entrada. Además, me he hecho con el primer fascículo de Tricot fácil y ayer estuve familiarizándome con las agujas. Espero que se me de bien y poder hacer jerséis humillantes para toda la familia y obligarles a que salgan así a la calle, ¡jejeje!
4. Ponerme al día con películas, series y libros: Por todos es sabido lo mal que me organizo, así que intentaré mejorar en este aspecto a través de actividades motivantes, como las que acabo de citar. Además, no se si os lo he contado alguna vez, pero me faltan muchos clásicos cinematográficos por ver porque en mi casa siempre se actuó de la siguiente manera:
– Haciendo zapping, mis padres (dueños todopoderosos del mando de la tele) se tropezaban con Dirty dancing, Oficial y caballero, El Padrino…
Mamá: Anda, quita eso, que ya la vimos mil veces.
Papá: Sí, joder. Hay que ver lo que repiten las pelis en la tele.
Iván: Pero nosotros no la hemos visto.
Papá: Pues un día la cogéis en el videoclub y la veis cuando no estemos.
Yo: ¡¡¡Pero si siempre estáis!!!
Mamá: Pues os buscáis la vida, que para otras cosas bien espabilados que sois.
Iván y yo con cara de poker.
Y así se ha ido repitiendo la situación los últimos 15 años…
5. Adelgazar: El día que superé la barrera psicológica de los 60 kilos fue mi fin. Ahora, con 10 kilos más de los que debería pesar (y subiendo) me veo en la tesitura de reducir el consumo de gominolas (mi gran debilidad) y hacer más ejercicio. Ahora que Scout está en mi vida espero pegarme unas buenas carrerinas con ella y dejar atrás mis lorzas barrigueras y alguna hectárea de culo también.
6. Hacer una memoria de logopedia: Me gusta mucho mi trabajo, pero cuando te especializas en un tema (soy logopeda y PT en la Asociación Síndrome de Down del Principado de Asturias) tiendes a olvidar muchos otros y es un error. Para ser un buen profesional tienes que estar actualizado y saber qué hacer en cualquier situación. A lo largo de 2013 tengo que desempolvar viejos apuntes y repasar en condiciones. Quién sabe, igual hasta me da por hacer entradas sobre mi profesión aquí…
7. Dedicar más tiempo a los míos: Este objetivo se repite del año pasado y tiene que ser así porque creo que en 2012 no lo he alcanzado, al menos no en el grado que me hubiera gustado. Tiendo a estar en mi mundo gominola y entre eso y que (aún) no me he puesto whatsapp, me convierto en la amiga invisible. Este año me gustaría centrarme, sobre todo, en mi familia: no llevan bien los cambios y cada vez necesitan más cariño, así que tendré que ponerme manos a la obra.
8. Ahorrar: 2012 me ha dejado bastante pelada, así que 2013 tiene que ser el año de la recuperación económica. Además, en cuanto saque el carnet y haya alguna posibilidad de comprar coche, intentaré hacer horas extras en domicilios o donde me salga algo; mi sueldo actual es pequeñín y necesito ampliarlo para crear un proyecto terriblemente tentador que me han propuesto hace poco.
9. Viajar: Se que este propósito se pega un poco con el de arriba, pero creo que administrándose bien, hay para todo. Londres en un destino que lleva en mi mente desde hace tiempo, así que espero conseguir visitar a los hijos de la Gran Bretaña este año.
10. Reconciliarme con el inglés: Cuando iba al colegio no se me daba ni mal, pero al terminar el bachiller no volví a tocar un libro de inglés y ahora me veo oxidadísima de la manera más tonta. Tengo que enterarme dónde puedo comprar los fascículos de Magic English…